domingo, 20 de noviembre de 2011

Idea profunda VII

Ayer estuve en Granada, ¿el motivo? Una adquisición nueva. Cuando sonó el despertador no podía ni moverme, tan solo había dormido dos horas y cuando sonó el despertador a las 05.30 me dieron ganas de estrellarlo contra la pared.

Aún nos esperaban tres horas por delante para llegar a Granada y no sabía qué postura coger para no dormirme y llevarme la charlita de turno de que no debería haberme ido a un concierto la noche anterior, que por cierto ¡qué gran noche! Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien, os recomiendo el directo de “La Pulquería” si queréis mover el esqueleto y desfogaros de la rutina.

Cuando íbamos en el coche de fondo llevábamos sintonizada la radio en RNE1 y lo cierto es que trataron temas bastante interesantes y me pareció especialmente interesante uno, ¿y si viviésemos como si nuestra vida fuese un musical?

Cuando dijeron esto no pude evitar pensar en ello y sonreír por dentro. Sería muy gracioso ir por la vida cantando para comunicarnos y según la situación interpretar canciones alegres, melancólicas… Cuando paseo por la ciudad no hay cosa que más me guste que detener por unos momentos mis preocupaciones y escuchar lo que me rodea, en realidad no hace falta imaginar un musical para escuchar música en lo cotidiano, me he dado cuenta que la música también es todo eso, lo único que debemos hacer es detenernos unos segundos y pararnos a escuchar… el ruido de los coches, bebés llorando, pájaros cantando al amanecer… todo es música.  En cambio si imagino todo como un gran musical desde luego lo más divertido sería sentarnos en la acera de cualquier calle con una buena bolsa de palomitas y disfrutar observando nuestro alrededor.

Todo comenzaría con una overtura en la que se resumirían los momentos más importantes de nuestra vida…  Creo que una overtura buena es aquella que te deja con el caramelo en la boca para querer saber más acerca de esa historia que te van a contar.  Posteriormente vendrían una sucesión de actos, que sería lo que describiría diferentes capítulos de nuestra vida y aquí es donde contaríamos cantando todo lo que nos pasa, ¡qué gracioso sería ir caminando por la ciudad y ver a personas cantando contando sus alegrías, tristezas e inquietudes!
 
Mientras pensaba en todo esto sin apenas darme cuenta llegamos a Granada y… ¡TA-CHÁN! Ya tengo en casa la trompeta en do, una nueva compañía en mi trayectoria musical. Te prometo que pasaremos muchas horas juntas y que seremos grandes compañeras.  ;)



No hay comentarios:

Publicar un comentario